La toma de decisiones en el sector agrícola.

María Alejandra Romero Troya

maromero@mppct.gob.ve 

El proceso de la toma de decisiones en el sector agrícola se realiza bajo condiciones de incertidumbre y riesgo, debido a las constantes variaciones climáticas y biológicas, adicionalmente la inestabilidad de los precios de los materiales e insumos, obligan a las unidades de producción a buscar alternativas al azar y dejar resultados de las decisiones a la suerte. Todo es dado por la falta de controles y de no tener un registro formal, porque todo es llevado de forma informal. Al establecer un proceso de toma de decisiones, esto permite que el sector mejore buscando nuevas perspectivas para el crecimiento del sector. Otro elemento que se suma a todos los cambios es la reciente aparición del Covid-19, lo que obliga al sector a tomar nuevas medidas para mantener el sector.

Los distintos cambios que se dieron en el modo de hacer y producir las cosas durante la revolución industrial comprendieron no sólo a la industria, sino también al comercio, finanzas, estructura social, educación y a la agricultura o producción agrícola.

En el proceso de producción agrícola se vislumbran los costos como una herramienta que inquieta al agricultor, quien tiene que confrontar nuevas realidades signadas por crisis ambientales, sociales, financieras, que exigen planificar, controlar y tomar decisiones para mantener o mejorar la rentabilidad del negocio.

Los agricultores deben procurar una verdadera rentabilidad, la rentabilidad económica-integral, incluyendo en el cálculo de la misma además de los costos económico-monetarios, los costos sociales, ambientales y de oportunidad.

Como en la mayoría de los casos, el productor agrícola es quien siembra y cosecha un rubro en los predios de su unidad productiva e igualmente es quien administra sus recursos financieros, no debe descuidar su rentabilidad porque de ésta depende el logro de sus objetivos a corto, mediano o largo plazo. Por tanto, la actividad debe tratarse como un negocio, cuyo objetivo es la obtención del éxito y la maximización de beneficios medidos sobre la base de términos económicos cuantificables y no cuantificables.

Una de las funciones constantes del productor agrícola, es la toma de decisiones sobre aspectos diarios que determinan el rumbo del negocio.

El proceso de toma de decisiones comprende varias etapas a saber: identificación de los problemas, recolección de datos, identificación de alternativas, evaluación de alternativas, selección de alternativa definitiva, implementación y evaluación de dicha alternativa.

Los riesgos mínimos a los que se expone un productor son: inestabilidad de los precios de insumos y productos, pérdidas por eventos climáticos, pérdidas de cultivos o animales por eventos sanitarios, entre otras. Por su carácter biológico, la agricultura es un negocio de gran riesgo.

Nuevas Perspectivas en la Tomas de Decisiones en el Sector Agrícola.

Venezuela es conocida por tener tierras muy productivas a nivel agrícola, antes de la explotación petrolera en 1926, después pasó a ser un país petrolero, donde el sector agrícola baja la producción, dejando de sembrar algunos rubros para luego importarlos para cubrir la demanda nacional. Dejando de ser el país de mayor producción agrícola en América Latina. 

El país es miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como la FAO por sus siglas en inglés desde su fundación en 1945.

En julio de 1992 apareció publicada en la gaceta N° 35.003 la Ley Aprobatoria del acuerdo entre la República Bolivariana de Venezuela y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) relativo al establecimiento de la Representación de la FAO  en el país.

Desde entonces, la estrategia de la FAO en Venezuela ha estado encaminado a:

Contribuir a la erradicación de la pobreza, la inseguridad alimentaria y nutricional.

Promover, elaborar y reforzar marcos reglamentarios y de políticas para la alimentación, la agricultura, la pesca y la equidad de género.

Coadyuvar a conseguir aumentos sostenibles del suministro y la disponibilidad de alimentos y otros productos de los sectores agrícola, pesca y forestal.

Apoyar la conservación, la mejora y la utilización sostenible de los recursos naturales para la alimentación y la agricultura.

Mejorarla adopción de las decisiones mediante el suministro de información y evaluaciones, así como fomentar la gestión de conocimientos para la alimentación y la agricultura.

Fortalecer las capacidades para la formulación y ejecución de un sólido programa de campo.

Promover la participación de Venezuela en iniciativas de integración regional como lo es América Latina y el Caribe sin Hambre (ALCSH) 2025 en el macro de la cooperación Sur-Sur.

A pesar del apoyo que recibe Venezuela de la FAO, todavía no se logra alcanzar niveles óptimos para abastecer por completo el mercado nacional, obligando a tener que seguir importando muchos rubros para cubrir las necesidades de la población.

El proceso de toma de decisiones en el sector agrícola se realiza en un ambiente de mucho riesgo e incertidumbre debido a los factores biológicos y climáticos que se encuentran en constante variación.

A toda esta disminución de producción de las unidades de producción, se suman los fenómenos climáticos que han azotado en los últimos años, atenido mucha importancia por las constantes variaciones, por ejemplo las largas sequías o por lo contrario los inviernos demasiado abundantes no permiten llevar el control necesario de las siembras en las unidades de producción. Para poder tener las cosechas deseadas o esperadas, se deben sembrar con las condiciones adecuadas.

 Las decisiones en el sector agrícola se toman en condiciones de incertidumbre, los riesgos a los que se expone esta actividad son la inestabilidad de los precios de los insumos y los productos, pérdida por eventos climáticos, pérdida de cultivos y animales por eventos sanitarios, entre otros. Los eventos biológicos representan un gran riesgo para el sector agrícola.

Ahora a todos estos fenómenos climáticos y biológicos se le suma el fenómeno mundial Covid-19, es considerado un virus con alta letalidad y que está afectando a todos los sistemas sociales y económicos, el sector agrícola no se excluye de ser afectado, debido a la disminución de producción de los insumos, la dificulta de traslado de los mismos y la reducción de personal. Con las potencialidades que tiene el país, puede recuperarse con facilidad, solo se deben tomar las decisiones adecuadas y ajustadas para lograr el éxito económico deseado.

Por otra parte, las perspectivas económicas dependerán también de la velocidad de recuperación, en términos de:

La capacidad de los países de brindar apoyo a las personas y las empresas afectadas por la paralización de actividades.

El nivel de preparación para regresar a la actividad normal una vez contenido el virus.

La preparación para el escalonamiento de la recuperación.

Una de las principales soluciones, es centrarse en fomentar la producción y el consumo local; es una forma de disminuir el riesgo de interrupciones en la cadena agrícola y reducirla inseguridad ocasionada por el COVID- 19. Esto contribuirá al fortalecimiento del sector y a un crecimiento económico del país

La toma de decisiones forma parte de todo el contexto social desde lo más sencillo de lo personal hasta las grandes empresas, a nivel personal es parte de la vida cotidiana, y como en todo el ámbito económico, ahora la decisión adecuada traerá los resultados esperados.

En términos básicos según Herman Hesse y Slocum (2004), la Toma de decisiones es el ´´proceso de definición de problemas, recopilación de datos, generación de alternativas y selección de un curso de acción´´.

Por su parte, Stoner, (2003) define la toma de decisiones como ´´el proceso para identificar y solucionar un curso de acción para resolver un problema especifico´´.

Hernández, Fernández-Collado y Baptista (2006) agregan que el propósito principal es aportar información que guíe la toma de decisiones para programas, reformas estructurales y procesos. No obstante, la investigación interactiva no sólo tiene aplicación en el campo de las ciencias sociales, sino también en cualquier otra disciplina.

En el sector agrícola, los productores toman decisiones como parte de sus funciones diarias. Tales decisiones se enfocan a responder preguntas como ¿Qué abonos, fungicidas y herbicidas utilizar en la producción? ¿Qué resulta mejor, eliminar el follaje de forma manual o con herbicidas? ¿Qué variedad de semilla utilizar en cada siembra? ¿Cuánto pagar por el salario o jornal al trabajador? ¿Cómo debe cancelarse el salario, en efectivo o en especie?, entre otras.

 

 

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