La verdadera revolución de la Inteligencia artificial en pleno siglo XXI (distintos enfoques)

Por: Osiris Madrid

osirismadrid2004@gmail.com

La Inteligencia artificial (IA) es el concepto según el cual "las máquinas piensan como seres humanos". La IA es capaz de analizar datos en grandes cantidades (big data), identificar patrones y tendencias, por lo tanto, formular predicciones de forma automática, con rapidez y precisión. Para nosotros, lo importante es que la IA permite que nuestras experiencias cotidianas sean más inteligentes

El concepto que tenemos de la Inteligencia artificial esta alimentado por las películas que la mayoría de nosotros hemos visto desde niños donde aparecen exterminadores, robots con crisis existenciales y píldoras rojas y azules que nos hacen despertar o nos mantienen en un eterno letargo. De hecho, la IA ha estado en nuestros laboratorios desde 1956, cuando un grupo de científicos inició el proyecto de investigación "Inteligencia artificial" en Dartmouth College en los Estados Unidos. El objetivo era que la inteligencia humana pudiera ser descrita de forma tan precisa que una máquina fuera capaz de simularla. Este concepto también fue conocido como "IA genérica" y fue esta la idea que alimentó la (asombrosa) ficción que nos daría entretenimiento ilimitado.

Sin embargo, derivó en campos específicos. Con el paso del tiempo, la ciencia evolucionó hacia áreas de conocimiento específicas, y fue entonces que la IA comenzó a generar resultados significativos en nuestras vidas.

El socialismo debe seguir de la mano con el mundo tecnológico y fomentar el avance en pro de la consolidación de un futuro de izquierdas. Un programa político debe combinar la crítica neoliberal en el sistema tecnológico con la lucha por la IA como bien público. Hay soluciones de izquierda en nuestras manos que apelan a la tecnología para conseguir un futuro justo.

"Comunismo de lujo plenamente automatizado". Esa es la atractiva propuesta que da título al reciente libro de Aaron Bastani, trata sobre los momentos iniciales de una transformación tecnológica por la cual estamos atravesando, para ser más exacta la tercera en la historia de la humanidad. La primera fue el desarrollo agrícola que dio pie al sedentarismo y al desarrollo de las ciudades, la segunda la llamada revolución industrial, que dio inicio a la automatización de los procesos, no se trata esta de como la IA desplazara al ser humano, sino la rapidez con la que esto ocurrirá y la manera en cómo la humanidad repartirá equitativamente sus beneficios y justamente acá es donde entra el comunismo como perspectiva posible y viable para la materialización de las mejores posibilidades para el desarrollo tecnológico.

El peligro de la IA, que avanza en una tecnología de propósito general, es que permanezca en manos privadas que sólo este al acceso de unos cuantos. Desde la revolución industrial, el capitalismo ha encontrado la forma de transformar todo desarrollo tecnológico en un instrumento de opresión descontrolada contra los humanos. En manos de las élites que controlan a la sociedad bajo el capitalismo, toda innovación tecnológica se torna en un arma dirigida contra la clase obrera y contra los países que buscan conquistar y suprimir a través de la violencia militar.

En manos distintas, esas mismas tecnologías darían resultados diferentes. En una sociedad socialista, la revolución de la inteligencia artificial y la robótica creará las circunstancias para una elevación masiva no solo del bienestar económico de la población, sino de su vida cultural. El reemplazo de las ocupaciones tediosas, no conllevará el desempleo y la destitución de las masas, sino mayores oportunidades de recreo, educación, vida familiar y enriquecimiento cultural para los trabajadores. La robotización de la agricultura y el transporte reducirá dramáticamente el costo de la comida, acabará con la desnutrición y le asegurará una dieta de calidad a todos, sin causarle la ruina a los pequeños agricultores por parte de los conglomerados agrícolas.

Al aferrarse a este futuro para la humanidad, los marxistas se basan en las tradiciones de la Ilustración, la cual trazó una conexión entre el progreso humano en la ciencia y en la sociedad. De la forma en que personas como Isaac Newton revelaban los secretos de la naturaleza, también era posible entender a la sociedad de forma racional y, una vez logrado esto, mejorarla.

Hay dos caminos abiertos para la humanidad. El camino capitalista ofrece guerras, pobreza, represión masiva y dictaduras totalitarias. El camino socialista no sólo ofrece librarse de tales horrores, sino la liberación de toda la humanidad de la opresión y la necesidad. Ya queda en manos de nosotros que camino escoger.



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