“Tenemos un sistema alimentario que está guerra con la naturaleza”

 









Prensa Mincyt/Karina Depablos.- Antes de la pandemia, la posibilidad de que la población del planeta pudiera tener acceso a los alimentos era bastante deprimente. Un 20 % de los habitantes del mundo pasaba hambre y un 15 % ni siquiera tenía acceso al agua potable.  

Según el investigador Francisco Herrera, biólogo del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), luego de la aparición del SARS-CoV-2, esta situación ha empeorado puesto que se intensificaron las injusticias propias del modelo capitalista y una gran parte de la humanidad ahora vive en profunda vulnerabilidad y desigualdad.  

Para el científico, la pandemia de COVID-19 no solo mostró  el avanzado deterioro del sistema moderno-colonial, sino que desnudó el perverso manejo de la geopolítica sobre los recursos del planeta.

“Ya no es la injusticia del capitalismo en el 50 %, como a mediados del siglo pasado, o el 80 % de la población mundial, como se registra hoy, ahora es la sensación de que el capitalismo mandó un mensaje muy claro que dice: el 99 % de la población me es irrelevante. Lo que predomina es la lógica de las corporaciones y de la supervivencia de lo más elitesco del capitalismo, y esto incluye el tema del acceso a la alimentación”, destacó.

Durante su intervención en la mesa de análisis denominada “Pandemia, colapso y crisis civilizatoria”, organizada por el Instituto Samuel Róbinson, Herrera dijo que, de una manera muy cruel, se ha combinado el agotamiento del planeta con una población encerrada en sus ciudades sin posibilidades de generar su propio alimento, por lo que una buena parte de los pobres del planeta tuvieron que salir a buscar su comida diariamente a pesar de la cuarentena, lo cual aumentó la vulnerabilidad de esta clase social y el colapso de los sistemas de salud.

“La alimentación es el elemento más claro con el cual la humanidad está más relacionada con la naturaleza. En otras palabras: si tú tienes un sistema alimentario que está en guerra con la naturaleza, tu cultura está en guerra con la naturaleza; si tú tienes un sistema alimentario que está en amor con la naturaleza, tu cultura va a florecer”, señaló.

En este sentido, el investigador comentó que, lamentablemente, los pocos modelos agrícolas que existen a nivel estatal están fundamentalmente dirigidos por el capital, a través de las corporaciones y todo su sistema agroindustrial.

“Los sistemas agrícolas aunque sean manejados por los Estados o por corporaciones paralelas a los Estados, siempre serán sistemas corporativos; es decir, es una relación corporativa con la naturaleza y ahora está generando alimentos para un sector de la población cada vez menor”, subrayó.  

Herrera aseguró que la pandemia también ha puesto de manifiesto que personas que no tenían problemas en el acceso a la comida ahora reconocen que están mal alimentadas y que ello aumenta su vulnerabilidad ante el virus, lo que evidencia que la malnutrición ya no es solo un problema de los pobres, sino que es un problema de salud integral, de un modo de vida capitalista. 

 

El reto es reconocer el problema

De acuerdo con Francisco Herrera, biólogo del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), no basta con tener discusiones acerca de la redistribución y repartición de los recursos planetarios, porque, para cambiar el modelo actual, primero hay que reconocer que el capitalismo es una cultura, una manera de pensar y de concebir la vida, en donde el fetiche de la mercancía condiciona todo.

“Cómo damos ese cambio, ese es uno de los retos que tenemos ahora. ¡No sé si en pospandemia!, pero es un reto para la humanidad, para las próximas décadas de manera urgente. La lucha la podemos dar, al identificar lo que debe ser transformado”, afirmó.

Asimismo, el especialista Francisco Herrera declaró que la solución debe tener una visión colectiva debido a que el ser humano es un ser comunal.

“El camino no va por el individualismo. Esto no quiere decir que el sujeto no tenga la posibilidad de reflexionar, de crecerse como sujeto. Un sujeto que en cualquier parte del planeta vea el nivel de crisis, con el desasosiego que le produce ver que sus referentes de valores, de igualdad, de justicia, de educación se están deshaciendo, él tiene la posibilidad, como sujeto, de replantearse muchas cosas”, enfatizó.

 Explicó que, para que ese sujeto deje de ser objeto del capitalismo y no sea víctima de mensajes individualistas, se tiene que interconectar cada vez más con personas de la mayor diversidad posible y también debe conectarse con la naturaleza.

“Ese sujeto que ya no quiere ser objeto del capitalismo, sino un sujeto con posibilidades de vivir plenamente puede producir enormes transformaciones. Un sujeto que sale de su condición de objeto”, añadió.

Del mismo modo, insistió en que la crisis ambiental planetaria comienza a ser algo muy superior a la capacidad de respuesta de la humanidad y, hasta ahora, la ciencia moderna no ha mostrado ninguna solución ante el problema.     


Se piensa cuando se hace

El investigador del IVIC, Francisco Herrera, aseguró que la humanidad necesita abrir un debate diverso, no dirigido, para enfrentar la crisis, que no es más que la caída de los referentes.

“Si el capitalismo es un problema cultural, debemos ir a la esencia de esa cultura. En el individualismo, no hay nada; pero en el sujeto sí. En el sujeto reflexivo y consciente sí, a través del debate. Lo único que te saca de una crisis es la construcción de nuevos referentes para poder continuar la vida. ¿Y cómo hacemos? Es complicado, pero la única opción que tenemos es repensarnos”, aseveró.

Indicó que, en primer lugar, la humanidad debe identificar el horizonte que persigue, ya sea antiimperialismo, anticapitalismo, socialismo o la relación armónica con la naturaleza; pero aclaró que, en cada nivel, aumenta la complejidad del esfuerzo porque ahí salen los referentes teóricos construidos inicialmente en Europa.

“En mi opinión, los referentes para cambiar el modelo solo pueden salir del Sur global. América Latina, por su diversidad y sus luchas, está en continua resistencia a ser dominada; es una rebeldía sostenida a punta de amor, y ese es el escenario más atractivo para todo. Creo que no debemos esperar de arriba (institucionalidad-gestión) una posibilidad, sino ejercer desde abajo (las bases) una imperiosa necesidad de transformar”, expresó.  

Finalmente, el científico Francisco Herrera reiteró que Venezuela sí cuenta con todas las posibilidades de repensar y abrir espacios sin temores.

“De lo que debemos tener temor es del agotamiento de las condiciones para la vida en el planeta. Estamos en un lugar privilegiado para generar un debate plural, pero que sea de posibilidades para la humanidad ante escenarios complejos. No puede haber disociación entre lo que decimos y hacemos. Mientras más complejas son las realidades, hay más desigualdad. La comuna es territorio con territorialidad. En la población y su diversidad sobran oportunidades”, puntualizó. 



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